El nuevo método ha conseguido que Scott Routley, joven que sufrió un aparatoso accidente de automóvil hace más de una década, logre hablar con el exterior a través de las preguntas que le hacían.
Scott Routley. el joven sufrió un aparatoso accidente de automóvil hace más de una década tras estrellar su vehículo contra el de un policía. Desde entonces su vida ha estado en una cama de un hospital de Ontario (Cánada). Routley permanece en estado vegetativo, conectado a una máquina que escanea continuamente sus constantes vitales. No puede hablar, no reacciona ante ningún estímulo… sin embargo siente lo que ocurre a su alrededor y gracias a un neurocientífico británico, ha logrado comunicarse con el exterior y a raíz de ello, se ha podido saber que Routley sigue estando consciente y asegura que no siente ningún tipo de dolor.
El doctor que ha dirigido la operación, Adrian Owen, también investigador del Brain and Mind Institute of Western Ontario, se ha mostrado muy optimista con estos resultados. “Scott ha sido capaz de mostrar que tiene una mente consciente, que sigue pensando. Le hemos escaneado en numerosas ocasiones y su patrón de actividad cerebral muestra que, decididamente, está contestando nuestras preguntas. Creemos que sabe quién es y donde está”, ha explicado.
El proceso para leer la mente a los pacientes consiste en utilizar una imagen por resonancia magnética funcional. Este procedimiento permite mostrar en imágenes las regiones cerebrales que ejecutan una tarea determinada. Así pueden detectar la consciencia que permanece en algunos pacientes para entablar y abrir canales de comunicación.
Este profesor es el protagonista también de un documental que se ha estrenado en la BBC y que recorre la experiencia de varios pacientes con los que trabaja en su equipo. La historia de Scott Routley es la principal novedad del programa aunque no es el primer paciente en responder a las preguntas de Owen. Hace dos años, en 2010, otro neurocientífico se hizo famoso en el mundo de la medicina tras publicar un estudio en The New England Journal of Medicine en el que explicaba cómo logró comunicarse con una persona que llevaba en coma cinco años, desde entonces esa técnica no ha dejado de avanzar y ahora, Owen se ha mostrado convencido de que en un futuro podrán mejorar la calidad de vida de los pacientes en coma.
“Podrían ser cosas simples, como el tipo de entretenimiento que les damos, o los momentos del día en que los lavamos o alimentamos”, ha indicado. El secreto de esa comunicación reside en las preguntas. Éstas tienen que apelar a sus sentimientos. “Hay que preguntarles por cosas importantes para ellos”, ha señalado.
Otro de los pacientes a los que ha tratado el neurocientífico, Steven Grahan, fue capaz de contestar “sí”, cuando se le preguntó si conocía a su nieta de dos años, Ceili. No deja de ser sorprendente ya que su nieta nació después de que el propio paciente entrada en coma.
Para poder hacer preguntas a los pacientes en estado vegetativo lo primero que hay que conocer es si realmente están conscientes. Para ello Owen les hace imaginar determinadas situaciones, cuya percepción se relaciona con áreas concretas del cerebro, y mide la actividad en las mismas.
En el caso de Routley, Owen le invitó a que imaginara dos escenarios familiares para él. En uno jugaba al tenis y en otros volvió andando a casa. Al estudiar como respondía ante estas situaciones fue capaz de comunicarse con él y lograr que contestara cerebralmente.