Las personas que practican meditación tienen más habilidad para leer las expresiones faciales de los demás, y muestran más actividad en las regiones del cerebro relacionadas con la empatía, según revela un estudio publicado en la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience.
Los investigadores, de las Universidades de Emory y Arizona (EEUU), seleccionaron a varios participantes sin experiencia previa en meditación. La mitad de ellos siguió durante 8 semanas un entrenamiento en la práctica de un tipo de meditación llamada CBCT (Cognitively-Based Compassion Training), mientras que el resto siguió talleres y debates sobre los beneficios del ejercicio físico para la salud.
Antes y después del entrenamiento o de los talleres, todos los participantes realizaron un test de reconocimiento facial mientras se registraba por escáner su actividad cerebral. Dicho test consistía en una serie de imágenes en blanco y negro que solo mostraban los ojos de diferentes personas, y los participantes debían interpretar las emociones y pensamientos en estos rostros.
Los investigadores observaron que, después del entrenamiento, casi todos los voluntarios que habían practicado meditación mejoraban sus resultados del test en un 4,6 por ciento, mientras que los que no habían seguido el entrenamiento obtenían la misma puntuación que al principio del experimento.
Además, las personas del grupo de meditación mostraban una mayor actividad neuronal en áreas del cerebro relacionadas con la empatía, como el giro frontal inferior y la corteza prefrontal dorsomedial.
“Estos resultados plantean la posibilidad de que la meditación CBCT mejoró las habilidades empáticas de los participantes mediante el aumento de la actividad en las áreas del cerebro que determinan nuestra capacidad para reconocer los estados emocionales de los demás”, explica Charles Raison, uno de los autores.
“El siguiente paso será evaluar los efectos en grupos de personas que se pueden beneficiar de una mayor capacidad de empatía, como los afectados de autismo o depresiones.